Por pequeñas cosas

Aveces pensamos que lo que hacemos no tiene algún efecto en los demás, la vergüenza que nos da al hablar nos de tiene para abrir la boca,  y expresarle las bendiciones del evangelio a nuestro vecino, a nuestro familiar y amigos. Algunos dirán, ´´ si, a ti no te da pena porque has estudiado muchos años´´, la verdad es que no siempre  estuve preparado pero sabia que este evangelio es verdadero, desde muy pequeño estudiaba y aun que no estaba en edad de ir a seminario conseguía aquellos separadores donde venían las escrituras de dominio, las estudiaba por las mañana y por las tardes.

Pero siempre tenia en mi mente las frases del Profeta Brigham Young:

El Señor me ha llamado a esta obra y siento que habré de cumplirla. Enviaremos el Evangelio a las naciones; y cuando una nación nos rechace, iremos a otra y recogeremos a los de corazón sincero y del resto no nos preocuparemos hasta que subamos al Monte de Sión como salvadores a cumplir por ellos las ordenanzas de la casa de Dios [véase Abdías 1:21] (DBY, 319).

A mi edad  no podía recordar con exactitud pero la entendía de esta forma: Soy maestro en el sacerdocio (15 años), tengo las llaves del ministerio de ángeles, el señor me a mandado velar por la iglesia, y una de las misiones de la iglesia es predicar el evangelio.

NO había mucha malicia en mi, era muy inocente a pesar de tener 15 años.

Pero aun así, nada me detuvo desde muy pequeño para platicar con las personas sobre mi creencia, me quite la pena y decidí según mi capacidad de comprender traer aunque sea una sola alma al reino de Dios. 

En aquel tiempo Trabaja en un Car Wash (Lavado de autos) Y en ocasiones iba un señor que trabajaba como chófer y mecánico de una Banda Sinaloense llamada  ´´ Banda la Patrona de Rosario Sinaloa´´ Cada que el iba  ( que era los días que estaba cerrado el car wash) yo llegaba solo y le ayudaba jeje, iba por una propina, las primeras ocasiones solo le ayudaba y no cruzábamos muchas palabras, pasado un tiempo iniciamos a romper el hielo,(entrar en confianza),  inicie a platicarle de mis creencias, de hecho el me pregunto por que no era el típico joven de mi edad o al estilo sinaloense.

Sin mas,  supo mis creencias, desgraciadamente pasado un tiempo tuvimos que mudarnos de casa, perdí contacto con mi amigo, y después un 19 Marzo del año 2000 llegue a Tijuana México. Mi padre sin querer le encontró y  mi amigo le entrego esta carta para mi y que comparto con ustedes.

Vayan y prediquen el Evangelio, adquieran experiencia, aprendan sabiduría y anden con humildad ante su Dios a fin de que puedan recibir el Espíritu Santo para que los guíe y los dirija y les enseñe todas las cosas pasadas, presentes y venideras (DBY, 322).

Vayan confiando en Dios y continúen confiando en Él, y Él les preparará el camino y multiplicará Sus bendiciones sobre ustedes, y serán saciados de Su bien. No puedo prometerles bien alguno si toman un camino equivocado; la vida de ustedes debe ser un verdadero ejemplo de buenas obras (DBY, 322)

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Lectura complementaria:

https://www.lds.org/manual/teachings-brigham-young/chapter-33?lang=spa